28.01.22. El mindfulness es una técnica que consiste en situarnos con plena conciencia y total concentración en el momento actual. Durante la pandemia, esta se ha vuelto una práctica transversal que busca instaurar el autocuidado y la conexión con el propósito en tiempos desafiantes, a través de diversas técnicas.
Con el objetivo de apoyar a las y los docentes en medio de este complejo escenario, como CPEIP realizamos un ciclo de mindfulness que contó con el apoyo voluntario de cuatro especialistas. El primero en participar fue Bruno Solari –Magíster en Psicología Pontificia U. Católica e instructor de Mindfulness (REBAP Internacional)- quien nos dejó algunos sencillos consejos que repasamos a continuación:
Entrenar la atención, la clave del mindfulness
La importancia de las prácticas de atención plena o mindfulness radica en que, naturalmente nuestra atención tiende a divagar. Los seres humanos nos distraemos de manera natural y comenzamos a anticipar escenarios posibles, creando, la mayor parte del tiempo, situaciones problemáticas.
Entrenar la atención resulta muy relevante para no fantasear dificultades o generar rumiación mental, tendencia a pensar repetitivamente en experiencias emocionales negativas.
Ahora, un ejercicio de entrenamiento de la atención…
En un momento de calma, intentaremos que nuestra atención se focalice en las sensaciones de nuestro cuerpo. Conectaremos con las sensaciones de cada parte de nuestro cuerpo, en una posición cómoda y relajada, inhalando y exhalando de forma consciente, explorando la pausa existente entre inhalación y exhalación. Si aparecen pensamientos, tomar consciencia de estos y soltarlos en la exhalación.
Este ejercicio no busca quedar con la mente en blanco, sino conectar con las sensaciones corporales y con la respiración. Es una invitación a realizarlo de forma habitual para lograr estar constantemente conectados con el presente, evitando la languidez, el estrés y permitiéndonos ampliar las perspectivas para enfrentar las dificultades.
Ser amables con nosotros mismos
Cultivar un tono amable con nosotros mismos, cuidar la autocrítica, valorar los pequeños logros, nos permitirá proyectar la amabilidad y el bienestar a quienes nos rodean, y será sumamente beneficioso en nuestro quehacer diario y en los resultados esperados.
Ejercicio de amabilidad
Llevaremos nuestras manos al corazón, cerraremos los ojos y pondremos toda la atención a las sensaciones de las manos: temperatura, latidos del corazón, respiración. Cada vez profundizaremos más en esta sensación de contacto con mis manos, con mi temperatura, con los latidos del corazón, intimando cada vez más conmigo. Esperando que surjan pensamientos o emociones. Realizaremos este ejercicio durante 10 minutos. Bajaremos lentamente las manos, abrimos los ojos.
Este ejercicio consiste en hacer una pausa de profunda conexión e intimidad con uno mismo, para beneficiarnos personalmente, a nuestras familias, a nuestros estudiantes. Ayuda a conectar con el tono de amabilidad con el que debemos tratarnos a nosotros mismos.
Te invitamos a ver AQUÍ la charla completa sobre mindfulness y bienestar para profesoras y profesores que realizó Bruno Solari, Consultor especializado en mindfulness y director de la Consultora Mindfulness.
